Primer Paraje.



Tuve un sueño una vez, no sabia en donde estaba ni donde me encontraba. Solo recuerdo que recorrías las calles vacías y desorbitadas fuera de si, ya que, cada persona se preocupaba solo de si misma ignorando todo lo que componía el resto a su alrededor, quizás no fue un sueño pero ¿quien puede decidirlo cuando te encuentras llegando a la locura? quizás nadie, porque es ese punto en donde agonizas y sabes que tu cuerpo arde a un punto tan alto que la fiebre comienza a consumirte y te das cuenta de que no te queda mas que soportar aquel dolor que te consume poco a poco por dentro. No se busca ayuda, ni tampoco se busca un aliento dentro de mi mas que el mismo sentimiento de soledad, porque la soledad es aquella que nos hace ser especiales en esencia y en espíritu. A veces creo que tu también te encontrarías en la locura si recordaras como moriste, pero esto ¿no significa que este muerta o si? tal vez solo sigue siendo un sueño ordinario sin sentido, aunque para mi tiene bastante concordancia. 

A veces me siento asustada y creo que alguien sigue mis pasos, pero luego recuerdo que sigo dormida en mi cama y que en realidad nada puede pasarme de verdad. Luego escucho aquellos pasos aun mas cerca en esos callejones oscuros y solitarios, porque he recordado que la misma humanidad se ha ido perdiendo con el paso de los años y hemos llegado a depender de algo mas. Entonces cuando volteo a ver que es eso, pero nada se puede distinguir a simple vista, quizás porque los ojos humanos no pueden ver mas allá de lo que si pueden escuchar -¿quien es? -una simple pregunta sin respuesta alguna. Así que, he decidido retomar aquel camino sin sentido alguno.

Unos cuantos pasos mas allá, comienzo a sentir un olor que se impregna en el fondo de mi ser, comienza a introducirse en mi alma, en mi todo... Y es que es tan dulce, tan desgarrante y al mismo tiempo algo que me embriaga profundamente, ese olor totalmente inalcanzable en una vida, pero totalmente a mi alcance en esta vida, lo quiero, lo deseo, lo necesito... Aquellas tres palabras y deseos profundos que me incitan a continuar a obtenerlo. 


No se que mas puedo hacer en realidad, ya que cada uno de mis deseos se enfocan a aquel aroma dulce y enviciador mas a cada segundo, ese es el dulce aroma a sangre humana, a sangre de algún mortal que me llama a que le tome por la garganta. Su vida depende de mi ahora, y es cuando recuerdo que es un sueño. Pero de pronto me doy cuenta de que realmente no lo es -¿que siglo es este? -fue la pregunta que me hice a mi misma. Luego la respuesta llega a mi en poco tiempo -estamos en el siglo XXI -claro, yo solía tener una vida en el mas allá. Viví en aquella época victoriana en donde las luces inundaban las calles de París y los artistas deslumbraban a todos con sus grandes talentos, otros morían en las calles por la peste negra, y el siglo XVIII con sus avances tecnológicos de pronto había quedado atrás. Significa que mi letargo había durado mas tiempo de lo esperado. 

Es cuando me encuentro dispuesta a atacar, una vez mas voltee a atrás para reacomodar mi vista y agudizar todos mis sentidos, mis incisivos salen a la luz y luego ataco, muerdo, succiono y saboreo aquella sangre que tanto deseo, porque la quiero y la necesito para sobrevivir en un mundo donde el mito del vampirismo ha perdido suficiente fuerza, pero no lo suficiente como para tomar cada victima que se me plazca e impartir un orden propio. 

Zaphiro de Lioncourt.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Introducción al blog.